Los chicos crecen...LOS ALONSITOS

Ellos cuatro, Marco Antonio Roselli Majul, en guitarra y acordeón a piano, Luis Moulín, en guitarra y voz, Ariel Carlos Báez en acordeón de tres hileras y Carlos Marcelo Roselli Majul, son más conocidos como “Los Alonsitos”, con quienes hicimos la siguiente nota:
-Planteándolo desde el humor ¿no les está quedando chico el nombre del grupo?
Y, bueno, ya tenemos 20 años de carrera, aunque el nombre no es un diminutivo. Cuando arrancamos sí, nos llamamos así en agradecimiento a nuestro maestro Raúl Alonso. Pero cuando fueron pasando los años empezamos a buscar otras acepciones del nombre, y en la zona del litoral a los horneros, que es el pájaro nacional, se les dice “alonsitos”. Por ahí también viene la cosa, aunque, a esta altura, muchos nos quieran llamar “Los Alonsos”. Pero después de tantos años, no vamos a venir a cambiar ahora...
-Siendo tan chiquitos en sus inicios ¿cómo se relacionan con la música?
Nuestros padres tocaban diferentes instrumentos, sin ser músicos profesionales, pero lo hacían de corazón en las fiestas familiares. Cuando empezamos, allá por el año 85, teniendo 8, 10 años, no había muchos chicos cantando folklore o chamamé. En esa época decíamos que eso “no era cheto”. Los compañeros del colegio nos miraban de costado o se reían de nosotros. Era un momento duro, porque el folklore no era para los chicos. Pero tuvimos la suerte de tener el apoyo de nuestros padres que nos dieron a conocer, y después seguimos por convencimiento y por gusto propio, aunque al principio fue solo el hecho de tocar la música que enorgullecía a nuestros mayores.
-Y ahora que por televisión hay tantos concursos de canto para chicos ¿qué opinas de esos programas?
Me pone contento ver a los chicos en esas actividades y no en otras cuestiones que los alejan de la familia y los acercan a cosas como el alcohol o la droga. El deporte, al igual que la música, la danza, el arte en general, hacen que los jóvenes empleen su energía en algo positivo. Veo valores muy buenos en muchos chiquitos. Creo que la diferencia está en que nosotros construimos una carrera desde abajo, con cimientos firmes, poco a poco, y hoy los programas de televisión les generan muchas expectativas a aquellos que concursan. Mientras duran esos programas y el apoyo que les dan las compañías discográficas están arriba, pero cuando los abandonan el proyecto se cae. Si no tienen la estructura de un trabajo serio es muy difícil sostener una carrera en el tiempo. Por dar ejemplos, “Bandana” no existe más, de “Mambrú” se sabe poco y nada, igual que otros que surgieron de “Operación Triunfo” o de programas similares. A esos chicos los juntó la televisión, aunque tuvieran gustos y mentalidades diferentes. Esos no eran los proyectos de los chicos, eran los de las empresas. Está bueno que los pibes tengan la posibilidad de expresarse, pero según las condiciones, no sé si después no terminan siendo contraproducentes esas competencias mediáticas.
-Cuéntennos un poco sobre el último trabajo “Origen”
Es nuestro décimo disco, y lo hicimos con temas clásicos como “Kilómetro 11”, “A mi Corrientes porá”, “No quisiera quererte”, “Puerto Tirol”, entre otros. Son títulos indiscutidos, versionados por nosotros, tratando de respetar a los autores en la esencia con la que concibieron las canciones, pero con nuestro sonido personal. Este es un trabajo que para el que quiere tener algo de “Los Alonsitos” diga, bueno, éste es el disco que debo tener.
-¿Cómo ven el futuro del grupo?
Nos ilusionamos, salvando las distancias kilométricas, en tener una carrera como la de “Los Chalchaleros”.
-Como “Los Chalchaleros” del chamamé...
Sí, algo así. Pero si te ponés a pensar no hay muchos grupos que tengan 20 años de trayectoria con los mismos integrantes. Incluso en otros géneros lo integrantes van, vienen o, sin ser cruel, alguno se muere. Nosotros tenemos, además de la música, una relación muy grande que nos une desde que éramos chiquitos, y eso nos pone orgullosos que a través de los años de carrera nos forjamos un nombre dentro de la música de nuestro país.