Personas & Personajes: PIÑON FIJO

¿Quince, veinte años de actividad?.
Dieciocho.
Y a esa gente que hace dieciocho años atrás te decía “buscate un trabajo serio, dejate de hacer payasadas”, hoy ¿qué les decís?.
No, hoy insisten con el concepto (risas). No, gracias a Dios el entorno íntimo, familiar, siempre me apoyó mucho y se divirtió con las locuras mías. Debe ser que veían mi vocación tan fuerte y trataron de no incidir en mi destino. No ha sido muy traumático el tema.
Comenzaste con el personaje en espectáculos callejeros. ¿Cuánto de necesidad y cuánto de elección se conjugaron para crear a Piñón Fijo?.
La necesidad pasaba por tratar de confluir el desafío de ser un papá joven de niñitos muy bebotes y de que no le faltara nada a ellos, junto con la necesidad de satisfacer mis ideales artísticos y de coherencia con lo que yo quería hacer en la vida. Hice una ensalada, junté todas las necesidades y me lancé a la calle, y desde el primer día me di cuenta que la elección había sido buena.
Recién planteabas que fuiste un papá joven, y en la platea se ve eso: muchas mamás y papás jóvenes que disfrutan el espectáculo tanto o más que sus hijitos.
Siempre fue así. El desafío siempre fue divertir a todos por igual, si bien uno tiene una configuración de payaso, de artista infantil, trata de divertir a todos. Si se aburre el niño se lo lleva al grande, y viceversa.
Acusando cuarenta y algo, sos de la generación de Gaby, Fofó y Miliki, de Carlitos Balá, Pipo Pescador… ¿Influyeron esos personajes de tu infancia para recrear tu propio personaje?.
Sí, por supuesto. El año pasado grabé el disco “Una y mil veces”, donde recopìlé las canciones de toda esa gente que endulzaron nuestra infancia, tratando de hacer un puente generacional con los chiquitos de ahora. Poner la voz de Piñón Fijo a todas esas canciones fue un gran placer.
Al no estar en televisión se habló mucho de tu retiro.
No, lo que pasa que este país es bastante “teledependiente”. Entonces, si no estás en la tele parece que desapareciste y que no existís. En algún momento anuncié que mi iba de Canal 13, pero dejar este oficio sería como dejar parte de mi vida. De todos modos en el lugar en que más cómodo, más feliz me siento, es haciendo giras. Aparte a esta altura de mi vida, y no es por hacerme el superado, no estoy pendiente de los rindes económicos ni de cantidades de públicos. Estoy más por el rinde de la calidad y por sostener ese vínculo precioso que tengo con el público de todo el país. Yo lo único que quiero es tener un niño enfrente para cantarle. Obviamente que si son muchos, el coro suena más lindo. Hoy corro más detrás de la calidad que de las cantidades.
Y te hacés tiempo para realizar campañas de bien público, como la de UNICEF.
Sí, la del Programa REDINFA, que consiste en, además de llevar alimentos a la comunidad que los necesite, llevar la educación de cómo nutrir a los niños en la primera edad, capacitando a gente de la propia comunidad para que la enseñanza quede en el lugar en que la precisan. Con este Proyecto me siento muy involucrado, y hemos llegado a más de 2.000 familias, y para este año el desafío es llegar a 10.000.
¿Cuáles son tus próximos planes?.
Hay un disco nuevo, “Fragancias de Infancia”, que lo vengo trabajando desde hace un año y medio, lo que me dio tiempo para componer más cosas. También hay un sueño de armar un DVD con esas canciones. En Agosto se viene “Un sol para los chicos”, y seguir en gira por todo el país.
La última pregunta antes de la foto cholula ¿por qué si a una persona le dicen que es un “gran político” lo toma como un elogio y si a otro le dicen que “es un gran payaso” se interpreta como un insulto ¿no debería ser al revés…?.
Y, sí… lo que pasa es que la palabra “payaso” siempre se ha usado como algo peyorativo. Es parte del folklore de nuestro país tomar el tema del payaso, del tony que se cae y que parece el más tonto de todos… pero muchas veces el payaso del circo es el más idóneo, porque tiene que saber hacer todas las cosas que hacen los otros para poder descomponerlas en el absurdo que desemboca en la risa. En realidad, los payasos no somos tan tontos. Es nuestro personaje parecerlo así.