CHAQUEÑO PALAVECINO

“Llegar al triunfo implica mucho sacrificio, y para alcanzar el éxito hay que trabajar bastante”

La frase del título sonará desafortunada para la masiva concurrencia que tuvo el Chaqueño Palavecino en el Festival de Fortines de Ranchos, ya que, como lo viene haciendo en sus últimas presentaciones, el folclorista habla más de lo que actúa, y eso le valió ácidas críticas de gran parte del público.
Parco como pocos no es habitual, desde que alcanzó la cima, que el Chaqueño reciba a la prensa en los festivales, pero pese a ello y la buena voluntad de la organización ranchera, accedimos varios medios a una entrevista con el cantante, que si bien fue duro en su comienzo, con el correr de las preguntas se fue distendiendo. Bue, es que ya estaba jugado con las cámaras, micrófonos y grabadores delante y... a hablar se ha dicho:
Su carrera musical tuvo un gran crecimiento en los últimos años ¿Cuál es el análisis que hace de esta evolución?
Yo empecé hace más de 20 años, presentándome en el norte del país. Hace varios años llegué a la Capital buscando nuevos horizontes, con la necesidad de tener un punto desde el cual llegar a todo nuestro país, que es muy grande. Está a la vista que el trabajo no ha sido en vano, que no es solo cuestión de salir a abrir la boca, sino que hay que dedicarle mucho tiempo y vivir para lo que uno hace. En el camino se encuentra de todo, y muchos creen que solamente hay flores. Hay que saber cortar las espinas y seguir para adelante. Llegar al triunfo implica mucho sacrificio, y para alcanzar el éxito hay que trabajar bastante. A consecuencia de todo esto es que uno puede mantener una vigencia.
Dentro de su repertorio percibo que apunta al folklore romántico ¿Qué debe tener una canción para que la elija, la incorpore y la haga propia?
Simplemente me tiene que gustar. Pero lo mío no es tan romántico.
La platea femenina opina que sí...
Bueno, yo le canto al amor, a la tierra, a sus personajes. Puedo mostrar lo nuestro a través de las canciones. Cuando yo empecé, andar así, vestido de gaucho, era muy difícil, porque parecíamos de otro lado. En mi caso, pude dar vuelta esa historia.
Además de sus presentaciones en el circuito festivalero ¿qué otros proyectos está llevando a cabo?
Estoy haciendo un disco doble, pero a veces no nos dan los tiempos. En Salta pusimos un estudio de grabación, y me estoy dando el gusto de grabar lo que siento, inclusive dentro del folklore latinoamericano, que tiene cosas muy lindas que son un clásico, y que incluyo porque son obras de grandes poetas. Este disco tenía pensado sacarlo antes de ir a Cosquín, pero faltan arreglos, algunas mezclas de sonido. Después para septiembre vuelvo a grabar otro disco, con otro estilo, que espero que salga para noviembre.
¿Cree que las compañías discográficas apuntan a otros mercados y no le dan cabida que merece el folklore?
Yo estoy en una empresa que sí le da cabida. Todas las compañías, mientras el artista venda, lo van a apoyar. Es lógico, porque viven de las ventas. No pasa por las discográficas, a veces somos los propios argentinos los que no cuidamos nuestras cosas y le echamos la culpa a otros. Siempre recepcionamos lo que viene de afuera, porque parece que lo de acá, como lo vemos y escuchamos todos los días, vale menos. El tango, por ejemplo, nos representa en el mundo, y nos damos cuenta cuando llegan noticias de éxito en el exterior. Nosotros somos unos privilegiados con la variedad de músicas y danzas que tenemos, pero a veces no lo sabemos valorar.
¿El llamado de atención que le dio su salud hizo que parara un poco el ritmo de trabajo?
No, porque siento que estoy bien. Si hubiera parado, hoy no me estaría presentando en el Festival de Ranchos. Estamos manejando bien los tiempos. Hace cuatro o cinco años andaba más loco, porque tenía muchas posibilidades de trabajar y aceptaba todo. Hoy hago solamente una presentación por noche, y no hago “dobletes” con otro lugar. También tengo gente que maneja otras cuestiones y detalles, y eso me hace estar más tranquilo.
El 10 de febrero vuelve a la zona, presentándose una vez más en el Festival Mayor de Tango y Folklore de General Belgrano ¿qué siente cuando regresa a un lugar donde ya actuó antes?
Siempre digo que cuando nos vuelven a contratar es que les fue bien la primera vez, así que estoy muy contento de volver a General Belgrano por tercera vez, así como hay festivales a los que voy desde hace diez años en forma consecutiva. Me da felicidad volver a reencontrarme con esos públicos.
¿Hay algo que profesionalmente le quede pendiente realizar?
No sé, porque lo que me propuse lo he conseguido. No sé si me quedan anhelos, estoy conforme con lo hecho, por conseguir el objetivo que me propuse. Venir de la región de donde vengo y estar en el lugar de privilegio en el que estoy, ocupando un sitio en el cancionero popular es muy importante. Vengo de un lugar lejano y olvidado, donde la canción de cuna es la copla, los instrumentos preferidos son el violín europeo que se acriolló con el bombo del indio, donde la única escuela son tus mayores y la mejor universidad es la de la calle. Llevar todo eso a nivel nacional tiene mucha importancia, pero no dejé mi lugar, no me instalé en la capital donde están las grandes comodidades y los medios para difundir lo que hago. Hoy estoy muy conforme con lo hecho, y solo le pido a Dios salud y ganas para seguir en esta brecha.