CARTAS DE LECTORES
Estuve revisando el sitio de la revista -que por cierto está muy bueno, y sigue creciendo de buena forma- y recordé que debía enviar este mail.
Primero, y como el
Ahora vamos a la parte grotesca, si se quiere- y tengan la libertad de reproducir lo que crean conveniente y/o útil.
Es interesante que se desarrollen recitales del tipo Belgrano Rock, Chascomús Rock, entre otros; pero si en estos encuentros masivos no son tenidos en cuenta los discapacitados entonces estamos jodidos, muy jodidos. ¿Cómo se explica que esta noche tenga un lugar gratuito (y con ubicación "preferencial") en la cancha de River para ver Rolling Stones y no se hayan considerado estos parámetros en eventos de mínima magnitud comparativamente hablando?
Es bien sabido que por ley nacional los discapacitados "no pagan" entradas a eventos masivos (más de cinco mil personas), incluído un acompañante!.
¿Que pasa con los organizadores y/o productores de estos eventos? ¿Cuando dejarán de hacer la patética parodia de "nosotros somos abiertos"?
El caso concreto y real es que cuando uno entra gratuitamente a un espectáculo, haciendo uso del derecho a espectáculo como discapacitado, va a ir a parar atrás del último kiosco de venta de pins de la primera banda soporte (cosa que paradójicamente no sucede con los Stones cuyas entradas varían entre $150 y $350). En mi caso y para evitar esto último procedo a comprar las entradas, lo que teóricamente debería ponerme en igualdad de condiciones con cualquier otra persona del público. La teoría se fue al carajo: yo en Belgrano tenía mi entrada de $20 en el bolsillo, la presenté en los controles correspodientes y no tuve las oportunidades que el pibe que entró a mi lado. No se había diseñado un lugar para los discapacitados, no contabamos con sanitarios adecuados, y -fundamentalmente- no pude ejercer mi derecho de espectador. ¿Por qué? porque hasta que no los encontré a Uds. ya no podía "espectar" NADA.
Me preguntó cuántos discapacitados hubo en el recital, cuántos pudieron GOZAR del mismo, cuántos tuvieron amigos que los dejaron pasar y saludar personalmente a las bandas, cuántos pagaron -y cuántos no como debe ser-, cuántos tuvieron la suerte de conocer funcionarios y organizadores y ser recibidos dignamente. Tengo respuesta: YO y solamente yo -Mario Bilbao, amigo de Diana y Ariel- tuve el privilegio que por derecho (y no por "contactos") merecía.
Y por supuesto es de esperar que la cosa se repita en el festival de Chascomús, sólo que en ese caso no voy a necesitar apelar a mis amigos por que aquí me conocen.
Pienso y me preguntó, como reflexión final: ¿qué está pasando en nuestros pueblos que se nos pasan de largo tantas "pequeñas cosas" como es cuidar de los más débiles? ¿cómo es posible que en un recital de 90.000 personas, en un estadio como es el de River, este Tipo tenga más derecho y sea mejor considerado que en un evento que reúne menos del 10% de ese público y los organizadores te conocen personalmente?. Respuesta: ¿?¿?¿?¿?¿?¿?
Estamos jodidos, muy jodidos (como sociedad por supuesto, porque yo tengo a amigos que "hacen" mis derechos).
Mario Bilbao.
Chascomús.
1 Comments:
At 3:33 p. m., Anónimo said…
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