QUERENCIAS A LA HORA DEL TE
Hubo allí una reunión, a la hora del te, donde se mezclaron todas las acepciones descriptas. Poetas, historiadores y los propios sueños de la familia Rocha, los anfitriones, se fueron enlazando alrededor del nombre del lugar.
Tanto el hombre como los animales se acostumbran a vivir en un lugar, en un campo determinado; para ellos, eso es "la querencia" y cuando los llevan a otro lugar, extrañan, y allí tercia la narración que hizo Alicia Lahourcade sobre los caballos de nuestra zona que fueron llevados al Africa a principios de 1900 por los ingleses para su lucha con los Boers.
El hombre suele llamar "querencia" al lugar donde tiene su casa, su familia, aquello que para él es lo más querido, y aquí se entrelaza la vida de Daniel Rocha con sus ganas de darle al paraje la vida que se merece, y sus recuerdos en su terruño entrerriano donde el almacén de ramos generales de su infancia era una esquina casi exacta a la que él hoy tiene.
Y querencias hubo también en los versos de Fernando Pieske haciendo mención a sitios caros a los chascomunenses como la Capilla de los Negros, a la Plaza Independencia, así como a los inventarios de su vida.
Nora Perotta, convidada a dejar sus versos a la concurrencia, y Marcela Ortega con su poesía a través de la voz de Hilario Alonso también reflejaron sus querencias, las mismas, seguramente, que las de los concurrentes que atentamente siguieron cada palabra dicha a esa hora del te.
Y querencias se fueron desgranando en cada nota de la guitarra de Mirta Alvarez, y en el sentido recitado con que Alonso fue cerrando una tarde que será el comienzo de muchas más.La poesía estuvo de fiesta. Es deseo que tenga continuidad el proyecto y que quienes no estuvieron en esta ocasión, puedan estar en la próxima.
1 Comments:
At 3:53 p. m., Anónimo said…
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